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MONASTERIOS
MONASTERIO DE CHEREPISH
La historia vincula el nombre de Sofronio de Vratsa a otro monasterio bastante más remoto que el de Kapinovo: el de Cherepish. Como todos los demás monasterios búlgaros, este también se yergue al lado de un río: el Iskar, más exactamente en su paso por los Balcanes. A través de los siglos estuvo habitado por hombres de letras, traductores y calígrafos que nos han legado obras tan valiosas como el Evangelio de Cherepish del siglo 16, encuadernado en 1512 con cubiertas de oro e ilustraciones de las Sagradas Escrituras; el Evangelio del monje Danail, el Libro de Jacobo de los Apóstoles (ambos datan del siglo 17) y la colección Margarita de sermones y preceptos compilados por el abate Todor de Vratsa en 1762. Un acta registrada entre 1390 y 1396 que se conserva en el Museo de Historia y Arqueologia Eclesial en Sofía, da testimonio de la fecha aproximada del surgimiento del monasterio. Algunos de los murales de la vieja iglesia fueron probablemente pintados a mediados del siglo 19 por artistas de Triavna, pero están bastante dañados. Esta pérdida la compensa hasta cierto punto el iconostasio magistralmente esculpido y el trono del obispo.
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